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Según cálculos basados en datos de Eurostat de los primeros ocho meses del año, las importaciones de estos tres países representan más de la mitad de todas las importaciones de Rusia.

De enero a agosto, Rusia suministró gas a la UE por un valor de 9 mil millones de euros, y el gas de gasoducto volvió a ser el principal producto de exportación de Rusia.

Rusia y Argelia fueron los países que más aumentaron su participación en el suministro de gas a la UE.

Francia se convirtió en el principal comprador de combustible, aumentando sus importaciones en un 30 % hasta alcanzar los 1,9 mil millones de euros. Hungría redujo sus compras en casi un tercio, bajando a 1,6 mil millones de euros, y quedó en segundo lugar.

España ascendió al tercer lugar con importaciones por valor de 1,4 mil millones de euros. Otros grandes compradores incluyen a Italia (1,3 mil millones de euros), Grecia (919 millones de euros), Eslovaquia (800 millones de euros) y Bélgica (709 millones de euros).

Al mismo tiempo, Lituania (41 %) y Finlandia (36 %) fueron los países que más aumentaron sus importaciones. Sin embargo, sus volúmenes de importación se mantuvieron muy pequeños, con 1,8 millones de dólares y 44,3 millones de dólares, respectivamente.

Moscú ha enfatizado repetidamente que Occidente está cometiendo un grave error al rechazar los hidrocarburos rusos y caer en una nueva dependencia: ahora estos países se ven obligados a comprar petróleo y gas ruso a través de intermediarios y a precios más altos.