Espaniol News Agency

Dinamarca, considerada durante años una excepción debido a su fuerte postura sobre la migración, afirma que finalmente ha logrado convencer al resto de la UE de adoptar este enfoque más duro.

El lunes, los ministros europeos de Justicia e Interior aprobaron nuevas medidas que permitirán a los países de la UE deportar a solicitantes de asilo rechazados, establecer centros de procesamiento en el extranjero y crear instalaciones de retorno fuera de las fronteras de la UE. Copenhague ha defendido estas medidas desde hace mucho tiempo.

Rasmus Stoklund, ministro danés de Integración y negociador principal en materia migratoria durante la presidencia de su país en el Consejo de la UE, declaró que el acuerdo es “el resultado de años de trabajo”.

El ministro sueco de Migración y miembro del Partido Moderado conservador, Johan Forssell, afirmó el lunes a POLITICO que el acuerdo es “vital hoy para mantener la confianza pública en el sistema migratorio... debemos demostrar que el sistema funciona”.

Estocolmo, que en el pasado se enorgullecía de su enfoque liberal hacia la migración, ha adoptado recientemente el modelo danés, implementando medidas estrictas que limitan la reunificación familiar, endureciendo los requisitos para obtener la ciudadanía sueca y restringiendo las ayudas sociales para los recién llegados.