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El análisis del consumo de café de más de 40.000 adultos reveló que los bebedores de café por la mañana tenían un 16 % menos de probabilidades de morir por cualquier causa y un 31 % menos de probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares durante un seguimiento de 10 años, en comparación con los no consumidores.

Sin embargo, los investigadores encontraron que los beneficios para la salud del corazón desaparecen en quienes toman café a lo largo del día, ya que los registros médicos no mostraron una reducción significativa en las tasas de mortalidad en comparación con los que evitan el café.

El profesor Lu Qi, experto en nutrición y epidemiología de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, dijo: “Lo importante no es solo si tomas café y cuánto consumes, sino también a qué hora del día lo haces. Nuestras guías dietéticas generalmente no incluyen recomendaciones sobre horarios, pero quizás deberíamos considerarlo en el futuro.”

El estudio se basó en datos sobre los hábitos alimenticios de 40.725 adultos que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Estados Unidos entre 1999 y 2018, incluidos la cantidad de café consumido y el momento en que se bebió. Aproximadamente el 36 % de los participantes tomaban café por la mañana, mientras que el 16 % lo hacía más tarde.

Según el estudio, los bebedores de café por la mañana, ya sean consumidores moderados (dos o tres tazas al día) o grandes consumidores (más de tres tazas), tenían menores riesgos de mortalidad. Aquellos que solo tomaban una taza por la mañana tenían menos beneficios para la salud. Los riesgos se evaluaron analizando los registros médicos de los participantes durante un período de 9 a 10 años después del inicio del estudio.

Los resultados, publicados en European Heart Journal, se confirmaron en un grupo más pequeño de 1.463 personas que completaron diarios detallados de alimentos y bebidas durante una semana.

El estudio sugiere que el café por la mañana es mejor para el corazón que el café por la noche, aunque no explica por qué. Una posible explicación es que tomar café más tarde podría alterar los ritmos circadianos y los niveles de hormonas como la melatonina, lo que afecta el sueño, la inflamación y la presión arterial, dañando la salud del corazón.

El profesor Thomas Lüscher, cardiólogo consultor en los hospitales Royal Brompton y Harefield de Londres, señaló en un editorial que muchos de los que toman café todo el día duermen poco y añadió que el café suprime la melatonina, una hormona clave para el sueño.

Los efectos se atribuyen en gran parte a la cafeína, pero el café contiene cientos de otros compuestos bioactivos que influyen en nuestra fisiología. Los investigadores señalaron que algunas sustancias inflamatorias en la sangre alcanzan su punto máximo por la mañana y podrían equilibrarse con los compuestos antiinflamatorios presentes en el café matutino. “Esta explicación se aplica tanto al café con cafeína como al descafeinado”, escribieron.