Espaniol News Agency

La ciudad de Stadtallendorf presentó con orgullo el nuevo edificio hace menos de un año, pero en la madrugada del miércoles, los servicios de emergencia fueron alertados sobre un incendio que comenzó en un vehículo y rápidamente se extendió por todo el edificio.

Unos 170 bomberos, incluidos miembros del cuerpo de bomberos voluntarios locales, lucharon contra las llamas que salían a 10 metros del techo de la estación.

Aunque se destruyeron 10 camiones de bomberos, nadie resultó herido. Sin embargo, el alivio por la ausencia de víctimas pronto se convirtió en asombro al descubrir que no había alarma contra incendios en el edificio, seguido de creciente indignación cuando se reveló que no era un requisito legal.

Los bomberos que llegaron al lugar se emocionaron al darse cuenta de que su propia estación había sido destruida.

"Es una pesadilla para cualquier bombero. Nadie quiere apagar su propia estación de bomberos", dijo Lars Schäfer, inspector regional de bomberos, a los medios alemanes, y agregó que el daño se estimó en 20-24 millones de euros.

Cuando se inauguró la estación, el periódico local Oberhessische Presse la describió como "moderna, innovadora y de alta tecnología".

Sin embargo, Schäfer explicó que la ausencia de una alarma contra incendios no era legalmente obligatoria porque el edificio pertenecía al municipio local y estaba clasificado como un almacén de equipos, no como una estación de bomberos.