Deniz polisinden Adalar çevresinde 'deniz taksi' denetimi

La Unión Europea quiere impedir que los buques gaseros rusos utilicen un puerto belga para enviar gas no ruso a todo el mundo y cortar definitivamente los vínculos con la flota de transporte energético del país.

A medida que la UE endurece progresivamente las sanciones destinadas a reducir los fondos de guerra del Kremlin al limitar la entrada de gas ruso en Europa, parte del sector marítimo ruso ha perdido aceptación.

Los llamados servicios de transferencia, en los que los puertos ofrecen “slots” a largo plazo para que los proveedores de GNL descarguen o vuelvan a cargar cargamentos destinados a otros lugares, siguen siendo legales bajo la nueva prohibición europea de importación de gas ruso, siempre que el gas no proceda de Rusia.

La exportación de gas ruso fuera de la UE ya está permitida, y la nueva ley también abarcará su reexportación dentro de la UE hasta que la prohibición se aplique completamente en los próximos años.

Sin embargo, el uso de estos servicios por parte de buques rusos seguirá siendo legal; esto significa que pueden utilizar la infraestructura para poner en circulación gas procedente de países como Estados Unidos o Catar. Aproximadamente dos tercios de las importaciones belgas de gas fluyen hacia el resto de Europa, especialmente Alemania.

El proveedor de servicios de transferencia más importante es la operadora belga del terminal de GNL Fluxys, que opera en el puerto de Zeebrugge cerca de Brujas. Tiene un contrato de 20 años con la empresa siberiana Yamal LNG, liderada por Novatek, el segundo mayor productor de gas natural de Rusia, que finaliza en 2039.

Los buques de GNL prefieren descargar su carga en puertos del Mar del Norte en lugar de atravesar la ruta ártica congelada hacia Asia, que en invierno es impracticable incluso para los rompehielos.

Sin embargo, el uso continuo de puertos europeos, especialmente en Bélgica, ha suscitado críticas de algunos Estados miembros y eurodiputados que preparan un veto más amplio al gas. Según dos personas presentes en las negociaciones, Bélgica hizo presión contra incluir los servicios de transferencia, argumentando que el cambio en el régimen del gas ya cubriría los proyectos rusos relevantes de GNL.

No obstante, la resistencia continuada de los eurodiputados llevó a un compromiso en negociaciones de alto nivel celebradas el martes. Según dos participantes, la Comisión Europea indicó que intentará abordar la cuestión de la infraestructura de transferencia en el vigésimo paquete de sanciones de la UE contra Rusia, que se espera entre en vigor a comienzos del próximo año.

Espaniol News Agency Espaniol News Agency

 

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