El motor que limpia el mundo: la firma turca que cambia las reglas del juego en la aviación
Sümeyye Yalçın, 17 de diciembre (Hibya) - Una nueva tecnología de motor que no transporta combustible, no produce emisiones y puede permanecer en el aire durante días se abre paso desde Turquía hacia el mundo.
Una nueva tecnología de motor que no transporta combustible, no produce emisiones y puede permanecer en el aire durante días se abre paso desde Turquía hacia el mundo. El ingeniero superior de diseño İsmail Berber anunció que ha desarrollado una tecnología de motor de nueva generación que romperá esquemas en los ámbitos de la aviación, la defensa, la energía y el espacio.
Esta tecnología, denominada “Sistema de Empuje de Generador de Motor a Reacción con Conversión de Plasma”, se diferencia de forma radical de los motores a reacción y de cohete clásicos. A diferencia de los sistemas tradicionales, el motor no necesita depósitos de combustible y funciona cosechando energía de las moléculas de la atmósfera.

Gracias a ello, se indica que las aeronaves pueden volar sin interrupción entre 70 y 100 horas y, en lugar de producir emisiones, filtran gases nocivos y devuelven componentes limpios a la atmósfera. El sistema descrito por Berber funciona con principios de propulsión por plasma y electromagnética. La estructura, en la que el contacto mecánico casi desaparece, ofrece una arquitectura de motor más ligera, más eficiente y más segura.

La tecnología no es solo un sistema de propulsión; se considera una plataforma multipropósito capaz de ofrecer soluciones de generación y almacenamiento de energía, así como soporte vital en el espacio. Se señala que el nuevo motor podría utilizarse en vehículos aéreos no tripulados, sistemas de misiles, barcos, transporte urbano, centrales eléctricas y plataformas espaciales.

La eliminación en gran medida del ruido, el mantenimiento y los costos de combustible muestra que la tecnología también podría generar una transformación en la vida civil. Según Berber, el proyecto no es solo una innovación técnica, sino un paso estratégico capaz de situar a Turquía como un país desarrollador de tecnología y proveedor de licencias a escala global.

Este trabajo, que también es seguido de cerca por círculos internacionales, se considera un presagio de una nueva era en la aviación.



