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En marzo de 2019, el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, escribió una carta al rey Felipe VI y al papa Francisco, entonces líder de los católicos del mundo, instándolos a pedir disculpas por las "masacres y opresiones" ocurridas durante la colonización y la conquista.

La carta provocó una reacción airada del gobierno español, que afirmó que las acciones de España en México hace 500 años no podían juzgarse "a la luz de las condiciones actuales" y que la historia compartida de ambos países debía abordarse "sin ira y desde una perspectiva común".

Sin embargo, el viernes el gobierno español mostró señales de un enfoque más conciliador y lleno de arrepentimiento. En la inauguración de una exposición en Madrid dedicada a las mujeres indígenas de México, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, reflexionó sobre la historia común de ambos países.

Albares declaró: "Es una historia profundamente humana y, como toda historia de la humanidad, tuvo luces y sombras. Hubo dolor, y el dolor y la injusticia sufridos por los pueblos indígenas a los que está dedicada esta exposición forman parte de esa historia. Hubo injusticia, y hoy es correcto reconocerlo y lamentarlo, porque también es parte de nuestra historia común, que no podemos ni negar ni olvidar".

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, celebró los comentarios de Albares, señalando que representan un paso hacia el reconocimiento de los errores del pasado.