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El Dr. Salih Koç señaló que la sensibilidad excesiva a la luz, el entrecerrar de los ojos al enfocar un objeto, trastornos del equilibrio, picazón y enrojecimiento pueden ser signos tempranos de enfermedades oculares en niños. Dijo: "Los ojos sanos y bien funcionales, que desempeñan un papel importante en el desarrollo de un niño, también afectan positivamente la calidad de vida de los niños. Los exámenes oculares tempranos en los niños son importantes no solo para el diagnóstico temprano de problemas oculares, sino que también pueden proporcionar pistas sobre ciertas enfermedades sistémicas. Los bebés prematuros deben ser evaluados por un oftalmólogo para la 'retinopatía del prematuro', que puede resultar en ceguera unilateral o bilateral y requiere una intervención urgente".

El Dr. Koç explicó que en bebés sanos nacidos a tiempo, se realizan exámenes oculares en el primer mes. Dijo: "Comprobamos si existen patologías negativas en la retina detrás de los ojos, si existen opacidades que obstruyen el eje visual. Por lo tanto, los niños deben ser examinados por un oftalmólogo en el primer mes. A los seis meses, realizamos rutinariamente exámenes para detectar estrabismo. Cuando un niño alcanza el año de edad, podemos realizar exámenes de refracción. Si no se detectan problemas, trasladamos nuestros exámenes de rutina a la edad de tres años y al preescolar. A estas edades, también realizamos exámenes de refracción".

El Dr. Koç enfatizó que los padres deben prestar atención a la cantidad de tiempo que sus hijos pasan con dispositivos electrónicos y deben controlarlo. Dijo: "A medida que aumenta la movilidad de los niños y comienzan a hacer cosas por sí mismos, su interés en los dispositivos electrónicos también crece. Muchos niños se involucran con juegos de teléfono móvil o tabletas antes incluso de aprender a hablar. Esto puede llevar a problemas de visión en los niños. Cuando llegamos a la edad escolar, los problemas de visión generalmente se manifiestan como no poder ver la pizarra o no poder transcribir lo que ven en el papel. 'Ambliopía' u ojo vago está asociado con otras afecciones como miopía, hipermetropía y astigmatismo y se puede corregir con gafas y terapia de oclusión. Sin embargo, los padres deben ser cautelosos al respecto y, si es posible, llevar a sus hijos para revisiones oculares a los siete años y seguir las recomendaciones del médico".