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Lazzarini afirmó que las prácticas contra los civiles que luchan contra el hambre se han convertido en un “trato inhumano sistemático”.

En su declaración, señaló que en las últimas semanas cientos de civiles han muerto durante actividades de ayuda llevadas a cabo por empresas de seguridad privada bajo el nombre de “Gaza Humiliation Foundation”. Calificó estas prácticas como “un sistema falso de ayuda humanitaria basado en la mentira, el engaño y la crueldad”.

“Invitar a los hambrientos a la muerte es un crimen de guerra. Los responsables de este sistema deben rendir cuentas”, dijo Lazzarini. También subrayó que los principios de la ayuda humanitaria deben restablecerse y que los expertos deben poder realizar su labor con respeto y dignidad humana.

El Comisionado General de UNRWA declaró que lo ocurrido ha dejado una herida profunda en la conciencia de la comunidad internacional y añadió: “La ayuda humanitaria no debe ser un engaño, sino un instrumento para proteger la vida”.